El Porvenir
El lunes, supuestamente, habrá regreso a clases. Ayer en la madrugada se llevó a cabo una reunión entre los profesores del Movimiento Magisterial de Base (MMB) y delegados especiales del SNTE con el gobernador de Morelos, Marco Adame Castillo. El propósito fue realizar una mesa de negociación para poder llegar a un diálogo y a un posible acuerdo entre las dos partes. El resultado fue la decisión por parte del gobernador de no seguir con la firma de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), y poner en marcha una “puesta en operación de un Proyecto Educativo del Estado de Morelos”. Una minuta de siete puntos fue firmada por delegados de profesores de Cuernavaca, Yautepec, Alpuyeca y Cuautla. Un punto importante del suceso fue el compromiso del gobernador al pago de salarios pasados, desistir de las denuncias penales, mercantiles y civiles iniciadas, así procurar que las denuncias del orden federal también sean retiradas.
Blanca Nieves Sánchez Arano, vocera del MMB, rechazó la reunión, calificándola de “espuria”. Comentó que los delegados de Cuernavaca, Alpuyeca, Yautepec y Cuautla no representan a los integrantes de dichas regiones. A esto añadió que los únicos profesores reconocidos por la base y que poseen la facultad para alcanzar un acuerdo con el gobierno estatal son: Luis Torres, Alejandro Trujillo, Guillermo Franco, Diego García, Guillermina Vega Rojas, María Valencia, Alfredo Martínez, José Basurto, Nicanor Pérez, Héctor Valle, Gabriela Ocampo, José Bastida, Lilia Ibarra, Gonzalo Gutiérrez, Javier Hidalgo, Elvia Sánchez, Francisco Heredia y Luz María Medina.
El porvenir será muy crítico. Adame Castillo dio la advertencia (y quizás ultimátum) que a partir del lunes aquellos maestros que continúen en paro de labores serán sancionados y también abrió la posibilidad de, con uso de la fuerza pública, retirar el plantón en el zócalo de Cuernavaca. Aplicará la ley laboral que rige las relaciones obrero-patronales a quienes no regresen a clases. Como ya lo está haciendo, esto desembocará en nuevas marchas y acciones del sector docente inconforme. Si se llega a tomar la medida de hacer uso de la fuerza pública, se puede esperar que se desate un conflicto que empeorará la situación y generará consecuencias que afectarán de sobremanera a la sociedad morelense. El gobierno debe actuar con extremada cautela y atención a las partes en cuestión, porque si no lo hace, perdurará el agravio que han sufrido no solamente los más de 400 mil estudiantes, sino la comunidad estatal en sí. Estemos al tanto.